Pr. José Luis Cinalli
LAS ARMAS DEL DIABLO
Hechos 16:16-19
1.- Los demonios vendrán tras nosotros, pero mientras estemos tomados del brazo de Dios nada nos va a suceder porque es Él quien nos protege. “Sabemos que los hijos de Dios no pecan porque Jesucristo, el Hijo de Dios, los cuida, y el diablo no puede hacerles daño” (1 Juan 5:18)
2.- Los demonios nos conocen y saben quién está en nosotros (Hechos 19:14). ¡Que advertencia para aquellos quienes se aventuran a hacer “la obra de Dios” sin estar sujetos al Señor y a su autoridad delegada!
3.- Los demonios van a venir a hablarnos. (1 Samuel 17:8-11) El arma más poderosa que tiene el enemigo son sus palabras y no siempre lo que dice es mentira, pero lo que interesa no es simplemente lo que se dice, sino quién lo dice (Marcos 3:11-12). Viene a decirnos cosas que, ciertas o no, siempre nos confunden
¡No permitas que los demonios te visiten para sembrar tu corazón de dudas!¡No los escuches!
4.- Los demonios buscan apartarnos del propósito divino. Como una Pitón, te asfixia hasta escurrir la vida de Dios de la tuya.
¡No toleres el desánimo y la desesperanza! Resistí a ellos, llenate de adoración, busca el rostro de Dios para que ese espíritu que asfixia tu vida, tu casa, se vaya en el nombre de Jesús.
5.- Los demonios vienen a poner en duda la palabra de Dios. La serpiente no atacó a Eva y Adán, sino que puso en duda lo que dijo el Señor. La estrategia del diablo es hablarnos y sembrarnos dudas sobre los cimientos de nuestra vida, las promesas de Dios. Cuando lo logra, nos tiene agarrados y empieza a asfixiarnos.
Tener una promesa de Dios, no significa que se vaya a cumplir. Si creemos las mentiras del diablo y dejamos que siembre dudas, esa promesa difícilmente se cumpla.
A la tierra prometida solo entraron los que no creyeron las mentiras del enemigo (Números 13) ¡No anules las promesas de Dios con tu incredulidad! El secreto está en no escuchar.