884. Los secretos que los buscadores de Dios comparten con todo el mundo
Pr. José Luis Cinalli
LOS SECRETOS QUE LOS BUSCADORES DE DIOS COMPARTEN CON TODO EL MUNDO
1. Somos llamados a consagrarnos a una persona y no a una causa. (Hechos 26:16, 1 Corintios 2:2, Hebreos 12:2, Mateo 6:25, 2 Corintios 5:9) ¡Seamos como la orquesta que no procura el aplauso del público sino la aprobación de su director!
2. El hambre por la presencia de Dios precede al avivamiento. (Hechos 8:27, Juan 14:21) ¡Jesús será hallado por aquellos que lo desean de todo corazón!
3. Las bendiciones suelen ser el principal obstáculo para concentrarnos en Dios. No dejes que las bendiciones tomen el lugar de Dios en tu corazón.¡La única manera de vivir una vida victoriosa es mirando a Dios!
4. La alegría verdadera no te la da el servicio a Dios sino el Dios a quien sirves. (Isaías 61:10, Juan 16:32, Lucas 10:42, Proverbios 3:5-6, 1 Corintios 6:19) ¡Solemos pasar mas tiempo ocupados en la obra del Señor que en el Señor de la obra!. Dios no te ofrece que escojas cómo servirlo, en comunión con el es donde sabremos qué hacer. No podemos hacer para Dios lo que creemos que es mejor, ni podemos elegir servir en un ministerio solo porque pensamos que vamos a ser de mayor utilidad ahí.
5. Nuestro servicio debe ser una adoración a Dios. (Deuteronomio 6:13, 1 Samuel 2:11, Ezequiel 44:12-13, Deuteronomio 10:8,). Cuando dejamos de servir a Dios para servir al pueblo comenzamos a hacer aquello que agrada a la gente y dejamos de hacer lo que Dios nos manda por temor a ellos. Ministramos a Dios a través de lo que hacemos para Él. ¡Tú no sirves a la iglesia, sirves a Dios a través de la iglesia!
6. Hay cargas que no deberíamos llevar. (Salmo 55:22) Las cargas del pecado o la incredulidad no deberíamos llevar, pero hay cargas que las pone Dios y no tiene intención de levantar, porque cumplen la función de enseñarnos a echarlas sobre Él. Intentar servir a Dios sin mantener nuestra comunión con Él va a llevarnos a que no soportemos el peso de la carga. Si aprendemos a compartir nuestras cargas con el Señor, vamos a llegar a conocerlo más íntimamente.