881. Corazón que espera, corazón que conquista (mañana – 11 A.M)

Hay escalones en la fe:

El primer escalón es descansar en los milagros.
Hay personas que necesitan ver para creer. Los milagros o los sucesos extraordinarios alimentan su fe. Confían en Dios dependiendo de cómo Él se manifieste. La fe que descansa en los milagros de Dios es la fe más baja.

” 49 El oficial del rey Le dijo: “Señor, baja antes de que mi hijo muera.” 50 “Puedes irte, tu hijo vive,” le dijo Jesús. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. 51 Y mientras bajaba a su casa, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo[a] vivía. 52 Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: “Ayer a la una de la tarde (la hora séptima) se le quitó[b] la fiebre.”
53 El padre entonces se dio cuenta que fue a la hora en que Jesús le dijo: “Tu hijo vive.” Y creyó él con toda su casa. 54 Esta[c] fue la segunda señal (el segundo milagro)que Jesús hizo cuando fue de Judea a Galilea. (Juan 4:49-54)

Debemos creer en Su palabra.

El segundo escalón es aquella fe que descansa en una palabra
En esta historia podemos ver como el hombre vuelve con una promesa, él solo tenía que confiar en la palabra de Dios. En el tiempo de la espera es donde el diablo querrá robarte el milagro, pero no se lo permitas. Este hombre no sabía que su milagro ya había sido soltado en el mismo momento en el que Dios le dijo “Puedes irte, tu hijo vive” .
Quizás hay milagros que ya fueron soltados en tu vida solo que todavía no la tomaste. Hay oraciones que ya fueron contestadas pero todavía no han sido experimentadas. Sólo tenes que creer y aferrarte en esa palabra que Dios te prometió, porque el milagro ya se cumplió.

En el tercer escalón está esa fe en la que depositamos todo en Dios.
Esta clase de confianza no está puesta en un milagro ni en una palabra sino que está puesta en la persona de Dios.
Depositemos toda nuestra confianza en Él, porque con Dios lo tenemos todo.
Un ejemplo es el de la mujer rica (2 reyes 4:8-36)
Mientras que Dios era solo una visita en la casa de la mujer rica no había milagros, pero cuando Dios se quedo en la casa de esta mujer,ella ni siquiera tuvo que pedirlo y ya tuvo su milagro.
Cuando la fe de una persona está por el piso necesita pedir, pero esta mujer tenía sensibilidad espiritual por eso sabía que lo más importante es tener a Dios, ni siquiera necesitó pedir y su milagro ya había llegado a su vida.
Cuando pongas a Dios en primer lugar en tu vida, en tu familia, Él suplirá todas tus necesidades. Todo lo que estás necesitando lo vas a encontrar en Dios.
El Dios que ayudó a las personas de estas dos historias es el Dios que quiere y puede ayudarte.