870. Los beneficios del dolor

Pr. José Luis Cinalli

LOS BENEFICIOS DEL DOLOR

“… Jonás… recibió un mensaje de parte de Dios: “¡Levántate, ve a la gran ciudad de Nínive y diles que ya he visto lo malvados que son!”. Pero en vez de ir a Nínive, Jonás decidió irse lo más lejos posible, a un lugar donde Dios no pudiera encontrarlo. Llegó al puerto… pagó su pasaje y se embarcó, contento de irse lo más lejos posible de Dios… En alta mar, Dios mandó… una terrible tempestad… Mientras tanto, Jonás dormía plácidamente… Los marineros preguntaron a Jonás: — ¡Dinos ya por qué estamos sufriendo todo esto!… Jonás respondió: — Soy hebreo y adoro a nuestro Dios… Lo que está pasando es culpa mía, pues estoy huyendo de él… —Échenme al mar, y el mar se calmará… Entonces los marineros tomaron a Jonás y lo tiraron al mar. De inmediato el mar se calmó… Entonces Dios mandó un pez enorme, que se tragó a Jonás…”, Jonás 1:1-17 (TLA).

 

  1. Jonás pagó el precio para estar lejos de la PRESENCIA DE DIOS. Al rechazar el llamado de Dios el profeta comenzó un camino cuesta abajo. La rebeldía se paga y, ¡es cara!Jonás perdió dinero, familia, trabajo, paz, su relación con Dios y terminó perdiendo el ministerio. Algunas personas piensan que pueden burlarse de Dios fácilmente, creen que podrán vivir a su manera sin pagar las consecuencias.Están muy equivocadas.

 

  1. ¿Qué es lo que persigue Dios a través de las tormentas? Que rindamos nuestra voluntad, que cedamos nuestra vida a sus propósitos.Cuando nos resistimos Dios nos acorrala mediante circunstancias incómodas, nos aprieta la soga y nos hace la vida más difícil hasta que cedamos nuestra obstinada voluntad. El dolor suele ser un instrumento de Dios para purificarnos y acercarnos a Él. Dios no puede usarnos si no nos rendimos completamente a su voluntad. No se puede vivir a la manera de Dios sin que antes dejemos de vivir a nuestra manera. Dios no es el copiloto, ¡debe ser el piloto de tu vida! Mientras tú sigas en control Dios no podrá hacer mucho.

 

  1. “¿Sabrá Dios lo que me está sucediendo?”. Creemos que a Dios lo tomó por sorpresa lo que nos pasa o que Dios no nos ama o no lo suficiente porque de lo contario lo hubiera impedido. Pero sabes una cosa, ¡Dios te ama, sabe lo que te sucede y está trabajando para bendecirte!

 

  1. Si estás en una mala racha debes preguntarte: “¿Qué desea hacer Dios en mí? ¿Qué áreas de mi vida necesitan ser rendidas? ¿Hay alguna cosa o persona a la que amo más que a Dios? ¿Valoro mi familia o el ministerio más de lo que valoro mi relación con Dios?”. Dios busca bendecirte y no podrá hacerlo hasta que no te rindas completamente a Él. Tu vida ya no te pertenece, le pertenece a Dios y Él usará el quebrantamiento para llevarte desde una posición de independencia a una de absoluta dependencia de Él.

 

  1. La resistencia que ofrecemos al proceso de quebrantamiento divino lo prolonga.No elegimos las áreas de nuestras vidas que van a ser quebrantadas, tampoco las circunstancias o las herramientas que Dios usará, pero podemos acortar el tiempo del proceso a través de una actitud de rendición absoluta. Cuanto más rápido identifiquemos lo que Dios está haciendo en nuestra vida y nos rindamos a Él, mejor será para nosotros.

Los que se resisten a Dios por mucho tiempo no son destruidos, más bien por lo general se ven aplazados indefinidamente. Son ignorados. Permanecen sin ser usados. Se estacan en el nivel de crecimiento y de madurez espiritual. “Pueblo mío, escucha mi advertencia… ojalá me prestaras atención… Pero mi pueblo no me escuchó… no me obedeció… Así que dejé que hicieran lo que quisieran, y vivieron como les dio la gana. Si mi pueblo me hubiera escuchado, y hubiera vivido como yo quería, yo habría derrotado pronto a sus enemigos, y castigado a sus oponentes… Dios los habría alimentado con la mejor comida…”, Salmo 81:8-16 (PDT).

 

  1. Dios aprovechará cualquier situación o circunstancia adversa para trabajar en nosotros. Lo hace para que renunciemos a confiar en algo que pudiera estar dentro o fuera de nosotros mismos. Y Él usa todo el tiempo que sea necesario.¿Qué áreas de tu vida prefieres mantener fuera del alcance de Dios? Reconócelas y ríndelas porque es allí donde Dios trabajará. El proceso de quebrantamiento podría ser extremadamente doloroso si permaneces en la posición de aferrarte a esas cosas que no quieres soltar, en lugar de descansar y confiar en Dios.

 

  1. Jonás es un caso serio. Hizo el esfuerzo para vivir lejos de la presencia de Dios y estuvo dispuesto a morir antes que obedecer. La tormenta que Dios trajo a la vida de Jonás era para quebrantarlo no para destruirlo. Dios no lo quería muerto, lo quería vivo y predicando en la ciudad de Nínive.La disciplina nunca tiene por finalidad arruinarnos sino bendecirnos“Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza”, Jeremías 29:11 (PDT).

 

  1. En este proceso de quebrantamiento no debes dudar de Dios. Si dudas no confiarás y si no confías en Dios no te rendirás a Él.Acaso, ¿sería Dios capaz de robarte algo que fuera para tu bien eterno? ¿Sería capaz de quitarte alguna cosa que pudiera ser de bendición espiritual para ti? ¿Podría privarte de alguna cosa que contribuyera a la edificación o fortalecimiento de tu carácter? Acaso, ¿sería Dios capaz de quitarte aquellas cosas que te ayudarían a rendir al máximo de tu potencial? ¡No! Dios no les roba a sus hijos. Él no destruye a aquellos a quienes ama. Él no priva a sus hijos de nada como si les estuviera jugando alguna clase de broma cruel.

 

  1. Finalmente Jonás rindió su voluntad y obedeció aunque estuvo muy disgustado con el resultado de su predicación: Jonás se enojó muchísimo, pues no le gustó que Dios hubiera perdonado a la gente de Nínive. Muy molesto, le dijo a Dios: —…Yo sé que eres un Dios muy bueno… Eres tan cariñoso que, cuando dices que vas a castigar, después cambias de opinión y no lo haces. A mí me molesta eso; prefiero que me quites la vida. Si vas a ser así, mejor mátame. Dios le preguntó a Jonás: — ¿Qué razón tienes para enojarte así?”, Jonás 4:1-4 (TLA).

Aunque el profeta había rendido su voluntad, Dios tuvo que trabajar en su actitud. Dios lo usó para traer salvación a toda una nación y él estaba molesto y con deseos de morirse. ¡Cuánto parecido tenemos con Jonás! Una inmensa cantidad de creyentes sirven a Dios pero lo hacen de mala gana, llenos de amargura, enojados y desmotivados.

 

  1. Cuando Dios le preguntó por qué se enojaba tanto, Jonás no le contestó. Se sentó al oriente de la ciudad a ver qué sucedería. En un intento de tratar con Él el Señor permitió que una planta creciera rápidamente para darle sombra, pero luego ordenó a un gusano que se comiera el tallo. Al siguiente día la planta estaba seca y Jonás se quemaba por el ardiente sol. Enojado dijo: “¡Es mejor morir que vivir así!”, Jonás 4:8 (NTV). Entonces Dios le dijo: “¿Te parece bien enojarte porque la planta murió? — ¡Sí —replicó Jonás—, estoy tan enojado que quisiera morirme! Entonces el SEÑOR le respondió: —Sientes lástima por una planta, aunque tú no hiciste nada para que creciera… Nínive tiene más de ciento veinte mil habitantes que viven en oscuridad espiritual, sin mencionar todos los animales. ¿No debería yo sentir lástima por esta gran ciudad?”, Jonás 4:9-11 (NTV).

La Biblia no registra ninguna respuesta de Jonás. Parece que Dios ya no pudo usar a Jonás. ¡Jonás se negó a rendirse! ¿Estarías dispuesto a permitir que Dios cambie tu voluntad y actitud?

 

  1. Si hay algo que debemos aprender de Jonás es que fue un hombre privado totalmente del gozo. La rebelión no trae felicidad, solo trae pesar, depresión, ira, amargura y frustración. Una vez que Dios te llame a hacer algo, ninguna cosa que uno pueda ofrecer como sustituto tendrá valor. ¡No existe posibilidad de fracaso cuando te rindes totalmente a Dios! ¡No pierdes cuando renuncias a ti mismo!¡Jamás podrías hacer con tu vida más de lo que Dios puede hacer con ella!

 

Oración: “Señor, abre mis ojos para que pueda reconocer que estás obrando para mi beneficio y para tu gloria. Llévame a entender qué es lo que tú estás haciendo en mi vida y cómo puedo cooperar con tus propósitos. No me interpondré en tu camino. Reconozco que el quebrantamiento es la forma que tienes para bendecirme. Creo que a través del dolor me estás mejorando, por lo tanto no permitiré que se aborte el proceso de quebrantamiento que iniciaste en mí. Creo que la mala racha por la que estoy pasando es el inicio de la mejor temporada de mi vida. Creo que saldré de este dolor con una relación más íntima contigo. Muéstrame todas las áreas de mi vida que no he rendido a tu voluntad y aquellas que todavía están bajo mi control. Me someto a las lecciones que tú me estás enseñando. Quebranta mi obstinada voluntad. No te des por vencido conmigo. Ten paciencia. Aprecio este tiempo en el que estás preparándome para un ministerio sobrenatural. Tu gracia es ilimitada. No podré vivir una vida abundante sin tu ayuda. No tendré éxito si confío en mis propias fuerzas. A través de mi debilidad tú te harás grande. A pesar de mi debilidad tú harás la obra. No me rebelaré contra tus propósitos. Aceptaré tu trato. Renuncio a cualquier cosa o persona a la que estoy aferrado y considero de mayor valor que mi relación contigo. Rindo todo aquello que tú me pides y lo hago incondicionalmente y de todo mi corazón. Llévame a una posición en la que pueda recibir tu bendición. Oro para que tu gracia abunde en mi vida y tenga el valor de hacer frente a toda crisis. Confío plenamente que tú estás en control y que todo lo que me pasa será para mi bien. Llévame al punto en el que tú seas lo más importante y que TU PRESENCIA sea lo que más anhele. Creo que tú me amas y quieres bendecirme. Creo que soy tu hijo, que soy amado y que soy bendecido, amén”.

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