Intenta grandes cosas para Dios, espera grandes cosas de Dios

Jesús demostró que su mayor preocupación y única prioridad era la evangelización del mundo.


“Entonces Jesús les abrió el entendimiento para que comprendieran las Escrituras, y les dijo: “… Vayan y díganle a la gente que sus pecados pueden ser perdonados. Díganles que cambien su manera de pensar y de vivir. Si ellos hacen esto, Dios los perdonará. Empiecen desde Jerusalén y anúncienlo en mi nombre a todas las naciones’”, Lucas 24:45-47 (PDT).
Antes de ascender a la gloria Jesús recordó a sus discípulos la misión de ser promotores del evangelio en el mundo entero. “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos… en Jerusalén… y hasta los confines de la tierra”, Hechos 1:8 (NVI).
¿Obedecieron los discípulos el pedido de Jesús? Solo en parte. Durante más de una década se dedicaron a predicar en Jerusalén, al pueblo judío. Sin embargo, algunas personas sí obedecieron: “… Unos varones de Chipre y de Cirene… hablaron… a los griegos, anunciando el evangelio del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al Señor”,Hechos 11:20-21.
Las personas que predicaron por primera vez a los gentiles permanecen en el anonimato. ¡La Iglesia primitiva dio el paso más trascendental en el cumplimiento de la misión y no conocemos los nombres de los valientes que obedecieron, excepto que procedían de Chipre y Cirene! Ellos pasaron a la historia como anónimos precursores del evangelio. “Puede que los nombres de esos pioneros cristianos no figuren en los libros de historia; pero están en el Libro de la Vida del Cordero”,
Guillermo Barclay.
Sabemos que Pedro predicó a los judíos en Pentecostés y Felipe a los Samaritanos. Pero no conocemos quienes fueron los que se atrevieron a predicar deliberadamente y por primera vez a los gentiles. Estas personas conquistaron el corazón de Dios y, aunque no sabemos sus nombres, Dios sí los conoce. Obreros obedientes e ignotos existen también hoy en día. Ellos contribuyen a que el evangelio se predique y la visión del reino sea extendida. No les interesa si sus nombres son reconocidos, solo les importa que el trabajo se haga y que Dios esté contento.
Otra virtud de las personas que compartieron el evangelio más allá de Jerusalén fue su enorme pasión. Los que fueron dispersados a causa de la persecución llegaron hasta Antioquía; en vez de resignarse por ser perseguidos manifestaron su fuego y pasión. Las puertas cerradas en un sitio suelen ser la antesala de un gran avivamiento en otro lugar. Esta gente mostró su entusiasmo por Dios. Mateo 6:21 dice: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”, NVI. Cuando descubrimos el propósito único por el cual Dios nos hizo se desata un ímpetu especial.
Muchas personas viven sin pasión. Se levantan sin ganas. Esperan que una grúa mueva sus pies y que los ángeles cepillen sus dientes. Empiezan totalmente apáticos, desganados; no saben cuál es el propósito por el que viven en este mundo. No valoran el tiempo ni descubren las oportunidades. La falta de pasión y enfoque diluye sus energías hasta que no queda nada. En cambio, las personas que hacen historia son personas con pasión. Están dispuestas a morir por aquello que persiguen.
Si al primer obstáculo u oposición dejas de intentarlo, entonces eso no estaba en tu corazón. Para muchos, Jesús no es la única razón para vivir, por lo tanto, tampoco es la razón por la cual morir. Ese es el poder del Islam, la gente es capaz de abrazar dinamita a su pecho porque han hecho de su creencia una causa por la cual vivir o morir. Con esto no estamos sugiriendo que adoptes un estilo de vida extremista sino que sea radical en tu devoción al Señor.

 

¿Descubriste tu razón para vivir?

Si lo que constituye tu actividad diaria, si lo que estás haciendo lo podrías dejar de hacer y seguir como si nada sucediera en la vida, entonces todavía no descubriste tu propósito. Si puedes cambiar tu ocupación central y todo sigue igual, entonces no conoces tu propósito. Luther King, el famoso pastor bautista, dijo: TENGO UN SUEÑO. Él vivió y murió para cumplir ese sueño. Sin embargo, sus palabras más conocidas no son las más importantes. El mensaje más revelador fue el que dio en una iglesia de Alabama. Ya lo habían amenazado de muerte y había sufrido varios atentados. Convencido de luchar por la igualdad racial, se puso de pie y pronunció la frase más significativa de su vida: YA NO IMPORTA. Es una declaración poderosísima. No impactaremos hasta que podamos decir: YA NADA IMPORTA. No importa lo que hagan, planean, digan o cuánto me critiquen porque yo ya estoy muerto, pero vivo en Cristo para cumplir mi propósito.

Para alcanzar el éxito debes tener pasión. Si puedes dejar de hacer lo que haces y para ti el mundo sigue igual; entonces, no hay pasión por lo que haces. ¡Busca en la fuente de la vida la llama que encienda tu ser día a día!

Finalmente, para conquistar tus sueños necesitarás persistencia, insistencia consistente,determinación firme.

El cumplimiento del propósito para tu vida no te será dado, ¡tienes que tomarlo! Generalmente se encuentra detrás de una puerta cerrada, a la que tendrás que golpear, golpear y seguir golpeando hasta que se abra. Alcanzar el propósito por el que fuiste creado a menudo no es fácil. Debes ser persistente; consistentemente insistente.

Jesús nos enseñó que cuando oramos debemos pedir. En eso somos especialistas. ¿Qué hacemos después de pedir? Esperamos. No es lo que Jesús enseñó. Luego de pedir hay que buscar. Es algo activo, agresivo. No dice: “pedir y esperar”, dice: “pedir y buscar”. Significa que persistiremos, buscaremos y seguiremos buscando hasta encontrar.
Es sabido que el método chino de escritura es pictográfico, es decir, contiene caracteres que representan imágenes mentales. La imagen para representar la perseverancia es la de un cuchillo y un corazón. “Cuán cierto es esto en nuestras experiencias personales. ¿Qué haces cuando sientes que te han partido el corazón? ¿Cómo sigues adelante con un cuchillo clavado en el costado? A menudo es necesario el cuchillo en el corazón para que nos acerquemos al Señor y junto con Él sigamos caminando. Nuestra fe y aun nuestra propia vida dependen de Dios, y cuando entramos en el valle de la aflicción necesitamos su ayuda, porque si no, nunca más escalaremos otra montaña”, Billy Graham.

Es un hecho que los obstáculos se interpondrán en tu camino. Sin embargo, debes ser persistente. La resistencia que las circunstancias y las personas muestren a tu visión puedes canalizarlas para aumentar tu sabiduría y fortaleza. Si tú no lo permites, la oposición no te detendrá. Muchas personas pierden porque se rinden cuando la vida les dice: “no” la primera vez, pero la gente persistente es la que triunfa. Cuando tiene que ver con sus sueños, esta gente nunca acepta un “no” como respuesta.

¿Cuánto tiempo has perseguido tus sueños? ¿Por qué dejaste de intentarlo? ¿Simplemente porque algo o alguien lo impidió? Para cumplir tu propósito tienes que persistir. La oración no es pasiva, es activa. Ora en la habitación y luego busca por todas partes. Si desaprobaste un examen hay que volver a presentarse. Si fracasaste en un negocio ese no es el final. Si fuera fácil todos serían exitosos en el cumplimiento de sus propósitos. No tires la toalla. ¡No abandones lo que Dios quiere que hagas! Habrá resistencia y oposición, pero Dios ha prometido estar contigo. No aceptes un “no” como respuesta, quizás como espera, jamás como algo definitivo.

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